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De lo particular a lo universal

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Como lo afirma Francois-Xavier Bellamy, filósofo y autor del libro "Les désheredités ou l´urgence de transmettre", en estos tiempos de dilución del bien común y de un individualismo exacerbado, la sola idea de llegar a ser un ciudadano del mundo, global, abstracto, desencarnado, próximo a lo universal, nos debería llevar a interrogarnos, previamente, sobre la  necesidad de mantener nuestro "pie a tierra" y de recurrir, con miras a ese universal, a la mediación de nuestra cultura en particular, de nuestra herencia y tradición específica. No me refiero a "la" cultura sino a "mi" cultura, entendida, siguiendo a Julien Benda, como " el espíritu del pueblo al cual yo pertenezco y que impregna a la vez mi pensamiento más elevado y los gestos más simples de mi existencia cotidiana ". En esa misma línea, Montesquieu en "El Espíritu de las Leyes", afirmaba que " muchas cosas gobiernan a los hombres: el clima, la religión, l

La democracia de los crédulos: la verdad en retirada

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¿Qué provoca que cierta información tendenciosa o idea falsa domine, perdure y se imponga sobre una información o idea veraz que, con sustentos, es más razonable y equilibrada?.  Como lo afirma el sociólogo Gérald Bronner, autor de "La démocratie des crédules", es la ausencia de regulación en el mercado de la información y el aumento de su audiencia, a través de la maximalización del uso de las tecnologías de la información, lo que quizás explique, en parte, la tendencia a una "demagogia cognitiva". Así, ciertas ideas falsas circulan y se imponen a través de procesos intelectuales dudosos, que nos llevan a considerar como verdaderas ciertas proposiciones que, a pesar de ser equivocadas, suelen ser atractivas. Esa atracción se sustenta en determinados criterios, como el "criterio de proporción", que nos lleva a considerar que las "grandes" consecuencias sólo pueden ser engendradas por "grandes" causas, derivándose de ese razonami

Le Pen contra Macron y el enfrentamiento de dos mundos

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Luego del Brexit y del triunfo de Trump, conviene que nos detengamos para analizar brevemente el resultado inédito de la Primera Vuelta de las Elecciones Presidenciales en Francia, que llevó a una Segunda Vuelta, con pronóstico incierto, a Emmanuel Macron por el movimiento "En Marche" y a Marine Le Pen, candidata por el "Front National". La anunciada irrupción del candidato Emmanuel Macron, quién se ubicó en el centro-izquierda (con un solapado y complaciente apoyo de ciertas personalidades del Partido Socialista, incluso en desmedro de su propio candidato "oficial") ha reconfigurado la estructura bipartidista (derecha/izquierda) que marcó la vida política francesa en los últimos 200 años. Lo inusual de este candidato, ex Ministro de Economía del Gobierno de Francois Hollande y ex ejecutivo de la Banque Rothschild, es el hecho de no pertenecer a la camarilla de hombres políticos "de carrera", de izquierda o de derecha, con experiencia pre

Smart Power y la extraterritorialidad del derecho americano

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La exportación del derecho americano, como extraterritorialidad de las leyes americanas es un proceso que no es reciente. Es de hace algunos años, que los Estados Unidos desarrolla una estrategia global potente y efectiva, apoyándose en un arsenal jurídico para imponer sus leyes al resto del mundo. Se trata de un vector sofisticado, apoyado por el common law, en una guerra comercial impulsada a todo nivel.  Como lo afirma Jean-Michel Quatrepoint, en el Coloquio "L´extraterrorialité du droit americaine", organizado por la Fundación Res Publica, desde inicios de los años 90, los Estados Unidos se dotaron de una serie de leyes destinadas a las empresas americanas, pero también a todas las empresas extranjeras. La mayoría de esas leyes, Trade Acts o embargos, permitieron a los responsables americanos de comercio identificar y sancionar los comportamientos "injustos e irracionales" de sus rivales económicos, con bloqueos en operaciones de financiamiento, como mec

Cuando los muertos gobiernan a los vivos

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Que no se crea que el título provocador de esta publicación está asociada a una historia macabra que anunciaría la instauración de una república de muertos vivientes, lejos de ello, este título evoca la memorable afirmación de Auguste Comte, en reconocimiento a la tradición y la herencia que nos dice quienes somos. En estos tiempos en los que todo debe moverse, todo debe fluir y donde lo "moderno" se muestra con luces de neón, como el " deber ser ", no es admisible que siquiera evoquemos la memoria del pasado y la tradición que forja nuestra cultura e historia, dando contenido a nuestra nación. Somos conservadores, retrógrados y reaccionarios para quienes toda novedad es un progreso, y como tal tendría que ser intrínsecamente buena para el hombre. Al respecto, con relación a esa tensión entre lo moderno y lo tradicional es pertinente citar a Rémy Brague, cuando afirma que " la tradición no es otra cosa que la democracia extendida a través del tiempo

La canibalización del progresismo caviar

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Hubo un tiempo en el que la búsqueda del progreso justificaba toda revuelta y revolución. Era la ansiada meta de toda sociedad. Así, a finales del siglo XVII, el progreso, con Descartes, se convirtió en un paradigma, inscribiendo al hombre "civilizado" en una trayectoria ascendente y lineal. Esa versión colectiva del progreso, como realidad continua y no cíclica, llevó a avances significativos en el plano técnico e industrial, con las terribles consecuencias derivadas de dos guerras mundiales, donde el progreso técnico y científico aportó lo suyo. Como diría Paul Valéry, la ciencia " fue deshonorada por la crueldad de sus aplicaciones ".  Con el paso del tiempo y la reivindicada "libertad para pensar por sí mismo" en las banderas libertarias de Mayo del 68, ese progresismo colectivo fue cuestionado y derrotado por un individualismo desenfadado, sin los límites que imponía cierta trascendencia, a través de instituciones que fueron objeto de de-constru

La educación nacional y su confusión de roles

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¿Cuál es el rol que debe cumplir la educación nacional?. ¿Es acaso crear el hombre nuevo?, ¿cambiar las mentalidades, sustituyéndose en el papel que deben jugar las familias en la transmisión de valores esenciales?. Antes de contestar a esas interrogantes, quizás conviene recordar lo dicho por Hannah Arendt en su "Crisis de la Cultura", sobre la educación que les debemos a los niños. Ellos son nuevos en un mundo que les es ajeno y extraño. Lo particular es que el niño "e s nuevo respecto a un mundo que existía antes que él, que continuará después de su muerte y, en el cual, pasará toda su vida ". A diferencia de otros seres vivos que nacen en el mundo, la educación de los niños y niñas es más que una función de la vida, destinada a asegurar la subsistencia. Educando a sus hijos, los padres asumen " la responsabilidad de la vida y  de la continuidad del mundo ". Estas dos responsabilidades, que no pueden entrar en conflicto, implican, de alguna forma,