Crecimiento y el esperado "chorreo"


No hace mucho que el término "chorreo" pasó a tener un sentido macroeconómico...si la memoria no me es infiel y con el ánimo de contextualizar el nuevo sentido dado a dicho término, podría decir que fue en los momentos de mayor crecimiento de nuestra economía que se comenzó a afirmar que era el momento del chorreo o de la filtración de los beneficios del crecimiento a los más pobres. Sin embargo, han pasado los años...y ese chorreo aún no llega.

Si bien es cierto que no se puede combatir a la pobreza sin un fuerte crecimiento económico, no deja de ser verdad que ese crecimiento no necesariamente beneficia a todos. Como lo afirma Joseph Stiglitz en "El Malestar de la Globalización" , "...no es verdad que la marea alta levanta todos los barcos. A veces, una marea que sube velozmente (...) arroja contra la orilla los barcos más débiles" (p.120).

No hay que olvidar que todo Estado sustenta su legitimidad a partir del contrato social que le garantiza a los hombres que lo suscriben, entre otros derechos y deberes, una relación equitativa. Como lo afirma el mencionado premio nobel de Economía, la equidad implica "que los pobres compartan las ganancias de la sociedad cuando crece y que los ricos compartan las penurias sociales en momentos de crisis"(op. cit. p.119). Es evidente que este equilibrio no será instaurado por la "mano invisible" del mercado, lejos de ello, corresponderá al vilipendiado Estado asumir el rol redistributor, para hacer visibles las filtraciones de los beneficios del crecimiento.

Sin embargo, habiendo sido reducido, en muchos casos, a su mínima expresión; replegándose y debilitandose frente a la fuerza del libre mercado, conforme lo dejaba entrever el Consenso de Washington, es casi irreal y naif esperar que dicho Estado asuma un rol protagónico en la redistribución de los beneficios del crecimiento. Es cierto, por otro lado, que en el Perú, sin una reforma profunda, dificilmente el actual Estado paquidérmico (no tanto por su tamaño, sino por su incapacidad de gestión) pueda asumir de manera adecuada ese encargo.

En efecto, como lo afirma Martín Tanaka en el artículo que ha publicado recientemente en el diario Perú 21 http://www.peru21.com/comunidad/Columnistas/Html/tanakaIndex.html, ante la defección del Estado es en muchos casos el sector privado el que tiene que asumir directamente ese rol redistributor en la región o en las áreas de concesión, como es el caso de las empresas mineras, según dicho artículo. Y qué pueden esperar el resto de peruanos que viven por debajo de la línea de pobreza y no tienen la "suerte" de vivir en esas zonas de explotación minera o en el área de acción social de alguna transnacional?, qué nivel de confianza puede despertar un Estado que no cumple de manera eficiente su rol redistributor? qué es el chorreo, sino una infeliz expresión despectiva, que denota la redistribución del excedente o de lo que coloquialmente llamaríamos las "sobras" de un crecimiento que, habiendo beneficiado a pocos, tarda en llegar a gran parte de la población que, a pesar de escuchar buenos diagnósticos de la economía nacional que generan buenas y desmedidas expectativas, no llega a satisfacer, en su día a día, las necesidades vitales de salud, vivienda y educación.

Es frente a ese reiterado y redundante incumplimiento del Estado al contrato social, que los ciudadanos, en reciprocidad, llegan a incumplir ese acuerdo fundador que los vincula con otros ciudadanos y con el mismo Estado. Eso lo vemos todos los días, a través de la "cultura combi" y de esa alta dosis de desacato e impunidad que, lamentablemente, se respira en el aire de nuestro país. Graves serían las consecuencias sociales y políticas que podrían derivarse de este infeliz escenario, que bien podría llegar a sorprender a aquellos que únicamente se detienen a apreciar las monocromáticas cifras en azul de nuestro PBI, sin salir de la "city" limeña y sus alrededores...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Estimado Guillermo, qué gusto que te animes a entrar al mundo de los blogs.
Ya verás que a a veces también puede pasarte como con el reloj de Cortazar...no sabes si te regalaron un reloj a ti, o si tu fuiste el regalo para el reloj...o blog.

Ahora, sobre el tema del ¨chorreo¨: es automático. Si se genera más riqueza en una sociedad, de alguna manera llega a hacer un poquito más ricos a todos, incluyendo a los más pobres. Sólo que a ellos les llega un chorreo imperceptible. Sabido es que si seguimos como estamos en Latinoamerica, aunque tengamos un crecimiento económico como el de la China, necesitariamos decenas, quizás hasta centenas de años para que nuestros pobres salgan realmente de la pobreza.
Es el engaño del ¨capitalismo¨, no te dicen que de todos modos el pobre actual, sus hijos, sus nietos y sus bisnietos seguirán siendo pobres...están condenados. Entonces, de qué sociedades ¨libres¨ hablamos?
Un abrazo

Pablo

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